lunes, 4 de junio de 2012

Bandera blanca...


No hay nada comparable a la lucha diaria de estos adentros. Acapara cada instante que regala el tropiezo de tus pasos asomando nuestra calle. Me lleva derecha a considerar la excentricidad del alma, en el camino a seguir, casi como una fe impregnada, desde el momento que tu mirada se quedo congelada en cualquier foto de antaño, impoluta del polvo, que no dejas que se pose en ese marco de plata barato.
Ando libre por mi mundo, con ropa holgada, temiendo solo a la noche, la única culpable de que no enncuentre el camino a casa. Me quedaran horas de silencios compratidos con las estrellas. Pequeñas iluminadas, cegadoras de una vereda, cada vez, más oscura. refugian mi cuerpo, pues mi alma vuela en una dimensión desenfocada. Batallando insaciable para no perder ni una pizca de honradez. Me quedo ahogada en un vaso rebodado de recriminaciones, arrepentida al no cerrar el grifo, y seguir encontrando la paz en los ojos. Capturo cada sonrisa que brotó de tu boca, para pintar este mundo de esperanza, pues el para siempre dejó de existir. Nadie es eterno a nadie. Solo el momento inmortal donde se desnudó este ser, obsequiándote con un inocente amor caduco, que ya el aire se encargó de repartir por un  mundillo bombeante de pasión.
Y así, sin más, clavé el mástil con la bandera blanca. Rendida ante el vals que acompaña mis noches, con el compás de tres por cuatro, con su viveza apoderandose de mis pies. Bailando con la pena que resigue todos los días del calendario. La misma pena que en cualquier momento invitaré a salir del cuerpo, mandándola al país de Nunca Jamás.

Migue Benítez - Chinchetas en el aire
http://www.youtube.com/watch?v=XqpkynDmbx8