Bebiendo un buen vaso de vino, te confesaré que te admiro. Admiro tu valentía ante la brutal vida absurda que te inculcan seguir. Me quito el sombrero ante la persistencia de seguir tu propia trayectoria llena de inconformidades. Admiración al ponerte de rodillas, frente a La Mujer, y jurarle amor eterno en cada gesto regalado, para siempre. Cubrirte de miedos que saldrán volando, emigrando hacia otro cuerpo aún nobel, con una simple palmada al aire.
No necesito colmarte de medallas, ni obsequiarte los oidos de flores primaverales. No necesito besarte hasta que se extingan las razas. Ni hacerte el amor en cada rincón como si no existiera nada ni nadie. Ni siquiera tocarte... Solo necesito hablarte con el idioma inventado con nuestros ojos, adivinar tus sonrisas y seguir admirándote. Pero lo realmente vital para mi, es olerte, y para olerte, necesito tenerte cerca.
No, mi amor, no te confundas. Seguiré bebiendo de esta copa de vino, y seguiré viva. Seguiré siendo independiente ante ti y ante todo. Nada tiene que ver con el recuerdo de que un día fuí feliz, compartiendo tus silencios, tus tímidas miradas y tu aroma genuino con marca registrada.
Fito y fitipaldis - Whisky barato