martes, 30 de octubre de 2012

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Hagas lo que hagas en esta vida, no importa. Todos acabamos igual y en el mismo lugar.
Aquí me dejas, con la carga eterna de no verte más, i tu alma clavada en mi recuerdo, hasta el fin de mis días.
Simplemente descansa, rastaplasta.
Hasta luego, luchador.

3 comentarios:

  1. Que sea asi que descanse y que vaya donde vaya seguro que el te recordará y estara contigo!!!!

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  2. Cada uno viajamos en nuestro propio "tren de la vida" Y en el trayecto suben y bajan diferentes personas que van haciendonos compañía en el maravilloso viaje que es nuestra propia existencia . Unos se suben al principio (nuestros padres y hermanos) y otros se van subiendo en diferentes estaciones y van ocupando diferentes puestos y se van bajando en diferentes estaciones y por muy diversas causas. Pero lo importante, es todo lo que nos aportan durante el tiempo que nos hacen compañía. Algunos son casi un suspiro y otros "calan" mas hondo dejándonos maravillosos recuerdos. No importa la causa por la que subieron a nuestro tren y no debe importarnos demasiado la causa por la que se bajan, lo verdaderamente importante es que nos han acompañado y que han convivido con nosotros durante ese trozo del viaje. Otras personas subirán y quizás nos aporten nuevas experiencias y sensaciones maravillosas, pero jamás nos olvidaremos de aquellos que ya no están pero dejaron su huella. No debemos sentirnos desgraciados porque ya no están sino afortunados porque estuvieron y pudimos disfrutar de su compañía. Debemos sentir alegría y guardar en nuestra memoria los gratos momentos vividos junto a ellos, porque en definitiva, sabemos que eso es lo que ellos hubieran querido que quedara en nuestras mentes, la felicidad y el amor que pudieron aportarnos.
    Y por otro lado, podemos pensar también que al mismo tiempo fuimos "pasajeros" de su propio "tren de la vida" y también le aportamos nuestro cariño, experiencias, penas y alegrías. Fuimos durante un tiempo también su compañero de viaje y seguro que les dejamos nuestra huella. Y si en ella hubo amor, no hay mejor regalo.
    Desde aquí le mando un fuerte abrazo, a nuestro amigo y le deseo que en su nuevo viaje, no nos olvide y sienta que fue querido en diferentes niveles por las diferentes personas que viajamos aunque fuera un pequeñísimo trayecto en el tren de su vida. Adios Andrés hasta siempre.

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  3. Yo también siento que le quiero, y me duele su pérdida. Será uno de mis espíritus,que me acompañan y que no moriran mientras yo viva.

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